6.Preparad la lectura de este texto en voz alta:

Cuando leáis un texto en voz alta...

¿Por qué tanto misterio?

Pierdomenico Baccalario y Alessandro Gati

Un velo de neblina envolvía los canales de Ámsterdam, El sol era una cabeza de alfiler y algunas lanchas de turistas se deslizaban perezosamente por el Amstel, la principal vía de agua de la ciudad. Todo tranquilo, todo normal, salvo por un detalle: un minúsculo bote de pesca con la quilla azul y blanca que avanzaba con lentitud hacia el centro de la ciudad. Bastante raro para un domingo por la mañana. La vieja motora traqueteaba y el pescador que la gobernaba, un hombre robusto de barba castaña, exhalaba por su pipa pequeñas nubes de humo que se deshilachaban en la bruma de principios del otoño. Sujetaba con firmeza el timón y echaba continuos vistazos a la fila de casas que se sucedía a su derecha, tratando de avistar una en particular. Pasó por debajo de un puente y por fin dio con ella. Descubrió un pequeño muelle de madera descolorida y se aproximó a él. Paró el motor, lanzó un cabo y saltó a tierra, Amarró la embarcación a una boya, subió por la escalerilla que conducía al nivel de la calle y, sin que nadie apreciara su nerviosismo, se dirigió a la casa que tenía grabado el número 121 en una placa de latón oxidado.