Valle-Inclán. Obra y personalidad
Fotografía de Valle-Inclán en Wikimedia Commons de Pau Audouard. Dominio público |
Introducción:
1902 es la fecha clave de la renovación novelesca literaria y la que abriría las puertas a las innovaciones a una nueva forma de narrar que se va a situar dentro del Modernismo y la Generación del 98.
A pesar de la deuda con el realismo que reconocía Baroja, las características del movimiento modernista llevan a un tipo de novela marcada por el estilo y la preocupación por el lenguaje. No significa ello que esté desprovista de valor literario, sino tan solo que orienta la narración hacia elementos descriptivos o líricos. Es la que ha sido denominada como "novela lírica" .
En este grupo cabe destacar a:
Juan Ramón Jiménez en Platero y yo (1914, ampliado en 1917), al que pertenece el fragmento anterior. Se puede considerar un libro lírico, también puede ser prosa lírica que tiene una estructura de novela formalista,
Eugenio D´Ors con La oceanografía del tedio ,
Si bien el gran autor es Valle-Inclán , con sus Sonatas , obra publicada a partir de 1902 en cuatro volúmenes (otoño, primavera, estío e invierno), que recoge las vivencias y pensamientos del Marqués de Bradomín, un don Juan ochecentista, cínico y sensual.
Personalidad:
Gallego, marcha joven a Méjico, lo que será luego utilizado como materia narrativa en sus obras. Al regresar, vive una vida bohemia en Madrid, en donde se va labrando una fama de excéntrico, en el lenguaje, en el comportamiento y en el aspecto físico, que le acompañará ya siempre.
No renunció nunca a su vocación literaria, a pesar de las estrecheces. Aunque renunció a varios honores, también llegó a ocupar algunos cargos de relevancia cultural. En sus últimos años, regresó a Galicia, donde murió en 1936.
Su rasgo vital más destacada es el inconformismo y su empeño en buscar un lenguaje literario propio. Incongruente desde el punto de vista ideológico, pasó primero por el conservadurismo y transitó hacia la izquierda a partir de 1915. En estos viajes se asemeja a su contemporáneo Miguel de Unamuno.
Obra:
Su producción es amplia y tocó muchos géneros. Su evolución literaria y estética va pareja con la personal: del modernismo refinado al esperpento.
A su primera etapa, la modernista, pertenecen las Sonatas , cuatro novelas que siguen al Marqués de Bradomín en sus aventuras amorosas. Son, en prosa, lo que Rubén Darío fue el poesía: refinamiento, carga de valores sensoriales.
En su etapa intermedia se adentra en las llamadas Comedias bárbaras, obras (¿teatrales?) ambientadas en el mundo rural gallego y llenas de personajes rudos y escenas violentas. También en esta época compone la trilogía de novelas La guerra carlista, en las que a los últimos influjos modernistas se une ya un primer lenguaje desgarrado.
Seguramente, su etapa más conocida es la de los “esperpentos”. A partir de 1920 consolida así su estética propia, sobre todo con la publicación de la obra teatral Luces de bohemia , es esperpento por naturaleza, una deformación dolorosa y expresionista de la realidad, llena de figuras deformes y degradación moral, pero con una prosa muy trabajada. Aquí encontramos al Valle-Inclán más inconformista y más integrado en el pensamiento novetayochista. En los años 20 publicará Martes de carnaval , serie de obras dramáticas esperpénticas, y Tirano Banderas , para muchos su narración esperpéntica más lograda, que anticipa toda la narrativa posterior sobre dictadores en el mundo hispano.
Valle-Inclán lo tocó todo y todo lo renovó: su teatro, casi irrepresentable en su época, su narrativa en busca de un nuevo lenguaje. Y en todas sus etapas mostró un dominio absoluto de la lengua literaria.
Para saber más
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